Ripollet paraíso populista donde culpan a la oposición del mal gobierno.
El pasado 23 de Febrero acudimos al pleno municipal que incluía la aprobación provisional de la modificación urbanística que afecta la ubicación de la gasolinera de Can Mas. Estas modificaciones necesitan de mayoría absoluta de votos para ser aprobadas. Por sentido común los gobiernos responsables trabajan previamente para asegurar los votos necesarios que inician el proceso.
Desde el PP mantuvimos nuestra postura de no oponernos a este paso inicial que abre el periodo de alegaciones donde todos podremos hacer nuestras aportaciones y sugerir mejoras. Posteriormente podremos expresar la posición definitiva cuando, atendiendo a todas las alegaciones, será votada la alternativa final que se aplicará.
Para sorpresa de todos, el resultado de la votación reveló que el gobierno municipal no había hecho su trabajo confirmando los votos afirmativos necesarios y las abstenciones del punto hicieron que no pasara este sencillo trámite.
Aún más sorprendente fue la explicación gubernamental por todos los medios a su alcance que este inadmisible error era culpa de toda la oposición.
El miedo de este gobierno a la indignación de los vecinos que no queremos la gasolinera junto al colegio de nuestros hijos hace que reaccionen como niños pillados en la silla del alcalde pero diciendo “yo no he sido”.
Es labor de los padres educar a nuestros hijos para que sean responsables y realicen bien sus tareas. Tendremos que hacer lo mismo desde la oposición mientras los vecinos quieran aguantar un gobierno mimado que nunca tiene la culpa de nada. Mientras tanto, la culpa de lo que hagan ellos la tendremos todos lo demás.
