Mucho radicalismo pero ni hospital, ni instituto, ni sentido común para Ripollet.


Mucho radicalismo pero ni Hospital, ni instituto ni sentido común para Ripollet.

Llevamos años oyendo proclamas de los mismos que ahora llevan gobernado años la Generalitat y el Ayuntamiento de Ripollet. Pero aquí seguimos esperando el Hospital, un instituto, alguna actuación para que el río no sea una amenaza ya trágicamente conocida o dejar de ser referencia Europea de contaminación soportando el paso diario de 140.000 coches de la autopista a 3 metros de las viviendas de vecinos de Ripollet.
Estos días tampoco nadie comenta el compromiso incumplido de poner dinero autonómico en Ripollet para iniciar el equipamiento para nuestros mayores. Tampoco se discute  la grave  desviación que el gobierno local prepara para complicar y encarecer la administración local sin crear nuevos empleos ni mejorar servicios.
Mientras la mayoría de Europa busca soluciones para el siglo 22 manteniendo derechos sociales de calidad tan importantes como las pensiones o la sanidad, aquí los gobiernos radicales dan pasos atrás poniendo en riesgo las normas legales básicas de  convivencia.
La preocupación, la crispación y la desunión que han creado entre los vecinos no la merecemos precisamente en Ripollet donde sufrimos y pagamos tanto sus fiestas como las consecuencias de su mal gobierno. Esta es la hora de la serenidad y de apreciar la importancia de la base legal catalana, estatal y Europea que garantiza los derechos de todos, el autogobierno y una convivencia próspera y en paz como ninguna generación anterior ha conocido.
Desde el Partido Popular estuvimos y estaremos en la  importante tarea de sumar en todo lo que sean mejoras reales para los vecinos. Los Populares trabajaremos para que no se gobierne desde este radicalismo que no ha aportado ninguna solución y además fomenta la  creación de nuevos y graves problemas.

( Artículo PP en boletín Municipal de Ripollet Oct. 2017 )