2017: Un año de oportunidades perdidas para Ripollet.
El gobierno municipal empezó el año 2017 buscando bancos para obtener los mejores intereses con más de 5 millones de Euros de dinero municipal y lo ha terminado faltando a su palabra de reducir un 8% el IBI. El gobierno dice ser social pero actúa con dinero municipal como un gran capitalista. Faltó a su propio compromiso político cobrando un IBI injusto y abultado a las familias de Ripollet. Desde el PP seguimos esperando respuesta a preguntas simples sobre Servicios Sociales y el conjunto de vecinos seguimos sufriendo en 2017 la inacción en muchos ámbitos. Tampoco han defendido Ripollet en la Generalitat teniendo aprobada por el Parlament la propuesta del PP para iniciar la residencia para nuestros mayores, ni la limpieza del río, ni la C-58 o mejoras sanitarias. Los malos olores del Ecoparc o el disparate de las municipalizaciones siguen perdidos entre papeles de carísimos informes pagados con dinero de todos. El incumplimiento en 2017 de su propio horario de chiringuitos de Fiesta Mayor es un detalle revelador de su posición general de pedir a los vecinos lo que ellos no dan. Este panorama deja corto cualquier adjetivo de valoración que denuncie su incoherencia y mal gobierno teniendo problemas tan graves en Ripollet como el aumento del paro.
